Buena Fe Procesal

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¿Qué es la Buena Fe Procesal?*

La buena fe procesal se refiere al deber que tienen las partes en un proceso legal de actuar de manera honesta, leal y respetuosa, tanto con el juez como con la contraparte. Este principio implica que las partes deben presentar argumentos y pruebas veraces, no ocultar información relevante y no realizar actos malintencionados que puedan perjudicar el desarrollo del proceso. En resumen, la buena fe procesal busca garantizar un juicio justo y equitativo para ambas partes.

Entendiendo la Buena Fe Procesal

La buena fe procesal no solo es una obligación ética, sino también un principio fundamental en el sistema judicial. Esta actitud de colaboración y honestidad en el proceso permite evitar dilaciones innecesarias y contribuye a la resolución efectiva de conflictos. Además, la buena fe procesal puede ser utilizada como argumento en caso de que una de las partes incurra en conductas desleales o engañosas.

Ejemplo de Buena Fe Procesal

Un ejemplo de buena fe procesal sería cuando una de las partes, durante el juicio, descubre un documento que puede ser perjudicial para su posición. En lugar de ocultarlo, lo presenta al juez y a la contraparte, demostrando su compromiso con la verdad y la transparencia en el proceso. Otro ejemplo podría ser cuando una de las partes se da cuenta de que ha cometido un error en su argumentación y lo corrige de manera inmediata, sin intentar sacar ventaja de su error. En ambos casos, se demuestra una actitud de buena fe procesal, lo que contribuye a la resolución justa del caso.

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